viernes, 25 de mayo de 2012

Monumento a un despropósito

*Estimados vecinos, después de leer este reportaje, saque sus 
propias conclusiones. Un punto interesante: el Instituto Nacional 
de Cultura - INC se ofreció a brindar apoyo técnico 
a proyectos arquitectónicos en zonas monumentales. 
¿en Chosica se han hecho proyectos o pedido apoyo técnico 
para conservar recuperar su patrimonio cultural? 
¿al alcalde y regidores les interesa el tema?  
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Toño Anglo Daner, periodista de El Comercio 

PREPOTENCIA. La casona invadida por la escalera que 
conduce a la  plazoleta del monumento fue construida en 
1919. Su belleza ha ido aprovechada varias veces con 
fines artísticos y publicitarios. 
El alcalde de Chosica, Luis Bueno Quino, está convencido de que la gloria de un héroe y el afán por atraer turistas son argumentos suficientes para justificar la construcción de un monumento de aspecto combi-modernista en una zona declarada patrimonio histórico de la nación.

-Queremos perennizar la memoria del mariscal Andrés Avelino Cáceres: una obra hermosa para una causa histórica– dice con orgullo de cosmetólogo de la ciudad.

Con ese mismo criterio, su colega Ricardo Chiroque, de San Juan de Lurigancho, mandó a construir una escultura en homenaje al pensador peruano José Carlos Mariátegui.

Se le veía muy bien a Mariátegui en esa escultura, con su expresión de filósofo justiciero de los  pobres y dos piernas de futbolista. Lo único es que Mariátegui pasó mayor parte de su vida sentado en una silla de ruedas. La ignorancia edilicia al servicio de la carcajada pública ¿Quién dijo que ese alcalde es un bueno para nada?

Pero el monumento a Cáceres ordenado por Bueno no es un ejemplo más al humor involuntario que practica la mayoría de alcaldes en el Perú. Tampoco se trata solo de una mole de tres metros de altura de cemento armado y huachafería maciza que ha echado a perder una esquina que data de inicios del siglo XX. Si fuera así, esto no pasaría de ser una crónica de otro alcalde inofensivo y delirante en ejercicio de su mal gusto, sus ansias de inmortalidad y su desconocimiento absoluto de los patrones de coherencia urbana. Ni siquiera se podría decir -mientras alguien no lo pruebe- que el alcalde Bueno ha querido enriquecerse a costa de una obra desproporcionada. No: el problema de Bueno es que el monumento que encargó hace tres años ha sido malo con las casonas antiguas que están al lado y ha seguido construyendo a pesar de los pedidos del INC de paralizar las obras.

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"El turismo que llega a Chosica es del sector popular: los que toman su combi en la avenida Grau. Los que vienen a ver casonas serán dos" Luis Bueno Quino ex congresista y cuatro veces alcalde de Chosica.
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ANTES. Nótese el pequeño muro de
piedras que guardaba coherencia con
el estilo de la casona
Bueno se defiende diciendo que él ya no era alcalde cuando los vecinos iniciaron sus protestas y el INC salió en defensa de la arquitectura del centro histórico de Chosica. En esto tiene razón. La historia de este despropósito (consignada en recuadro aparte) empezó a inicios del año 2000, poco antes  de que Bueno dejara el municipio para postular al Congreso de la República. ¿Entonces para que ordenó una obra que él jamás iba a inaugurar? Algunos vecinos suspicaces no descartan la posibilidad de que Bueno haya buscado desviar fondos municipales para financiar su campaña al Parlamento. La prueba, dicen, sería que su antecesor, Alejandro Chávez Luna, se quejaba de no tener dinero para adecuar el monumento a los cambios sugeridos por el INC, y por eso lo abandono a su suerte y a la suerte de los meones y drogadictos del barrio. Sin embargo, Bueno Quino le hecha toda la culpa a Chávez Luna:

-Dejé a mi amigo más entrañable para que terminara la obra, pero su felona traición…- se interrumpe en el caset de esta entrevista.
-¿Es cierto que Chávez Luna, su teniente alcalde, tiene acusaciones por malversación y enriquecimiento ilícito?
-Seguramente. Ya en su momento saldrá.
-Se dice que se habría llevado 450 mil soles.
-Seguramente. Acá se está haciendo una auditoria que hemos ordenado nosotros. Yo tengo mi concepto personal de la conducta del señor Chávez Luna.

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"El INC no es un cuco. Estamos para dar apoyo técnico a cualquiera que desee desarrollar proyectos arquitectónicos en zonas monumentales" arquitecta Bertha Estela Benavides, directoras de Patrimonio Monumental e Historico, INC 
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La fealdad del abuso

El problema del monumento al mariscal Cáceres, ya se dijo, no es su monumental fealdad, que a fin de cuentas es un criterio subjetivo. El problema es que destruye la unidad arquitectónica de la única zona de valor histórico que le queda a Chosica y, peor aún, que al hacerlo, se ha perjudicado las bellas casonas colindantes.

AHORA. Nótese el esperpento de concreto de
 tres metros de altura, obra del municipio de Chosica.
 
La señora Edith Montero, propietaria de un inmueble, declarado patrimonio cultural de la nación, ha tenido que ver, desde el año 2000, como el muro de piedras que rodeaba su jardín era derribado para colocar en su reemplazo una barrera de cemento pelado. Luego, como las raíces de sus ficus centenarios eran cercenadas para instalar las bases de una escalera circular que invade dos metros de su fachada. Y, por último, cuando el alcalde transitorio Chávez paralizó las obras, ha tenido que ver como el armatoste de cemento colocado al costado de su casa se convertía en urinario público, basurero y refugio de fumones. Basta subir unas cuantas gradas de la escalera para ser agredido por el hedor nauseabundo que la mezcla de orines, heces, condones  usados y resto de comida puede producir.

-Si no fuera porque me puse al frente de los tractores que iban a derribar los ficus y dije que solo pasarían sobre mi cadáver, ahora no tendría los árboles que rodean mi casa- dijo esta mujer que recientemente ha recibido ominosas llamadas telefónicas en las que alguien serie y luego cuelga.

Pero la señora Montero no está sola. A los veinte vecinos que empezaron enviando cartas al municipio que no tenían respuesta, se han venido sumando el Patronato de Chosica, la Defensoría del Pueblo, la asociación civil Tierra Viva y los representantes del Instituto Nacional de Cultura.

Curiosamente, este miércoles -un día antes de ser entrevistado para este reportaje- el alcalde Bueno Quino se apareció muy temprano por la oficina de la arquitecta Bertha Estela Benavides, directora de la oficina del Patrimonio Monumental e Histórico del INC, y hasta pidió conversar con su máximo director, el arqueólogo Luis G. Lumbreras. Bueno se comprometió ante ellos a respetar las observaciones que sugieren los informes técnicos del Instituto, lo cual supondrá necesariamente derribar algunas de las que él considera “hermosas” piezas de concreto sólido, como los arcos que se elevan en la plazoleta del monumento. Si el alcalde se tiene con rigor a las recomendaciones, tampoco podrá colocar los enormes cañones de bronce que iban a representar la bravura combativa del héroe Cáceres.

Aun así, Bueno insiste:

“Un alcalde tiene que hacer obras. Si he salido elegido durante cuatro periodos ha sido precisamente por eso”. Y, claro, uno recuerda que fue él quien inauguró la primera pileta musical del Perú en la plaza mayor de su ciudad. Y un Omnibus-pizzería con focos de neón con todo el chasis. Y un asentamiento humano que lleva su nombre. Y el Cristo blanco de ocho metros que se eleva apenas sobre el suelo cuando debería estar en la cima de un cerro.

El mal gusto puede ser una falta menor, pero el abuso no tiene el perdón de nadie.

El Comercio,  8 de marzo de 2003 / sección A-16

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